Por: SentiLecto
Foto: Wikipedia – El diputado socialista Pedro Sánchez en enero de 2014
Pedro Sánchez, que todo para volver a «ganar las elecciones desde la izquierda», que es desde donde siempre las ganó el PSOE, ha mencionado, ha trasladarse a Sevilla para reivindicar el «PSOE andaluz del cambio», el «de siempre», que «nunca tuha tenidoiterrorl cambio y que nunca se resiha resignado
El pulso parecía diseñado por un retorcido estratega. Para comenzar, no quedó claro quién ha imitado a quién, pues ambas candidaturas reivindican haber sido la primera en escoger la ciudad de Sevilla para demostrar su poderío en la recta final del procedimiento. El caso es que, aunque el genuino cierre de campaña será producido este sábado, la convocatoria de este viernes , con la autorización de Patxi López, fue comprando a medida que se acercaba rango de ‘gran final’, aunque el resultado decisivo no será conocido hasta casi la madrugada del lunes cuando termine el recuento de los votos.En medio de los dos, Patxi López clamó sin éxito para abandonar la confrontación que fracciona a los socialistas: “Tenemos que confrontar con la derecha, no entre nosotros”. Y ha ingresado también en el cuerpo a cuerpo con Sánchez, al que acusó de “no tener proyecto”. La presidenta de la Junta de Andalucía dio hasta tres veces la causa a López para ir en contra de Sánchez, en una especie de “todos en contra de Sánchez” que intentaba visibilizar la soledad del ex diputado madrileño.El debate festejado ayer en la calle de Ferraz entre los tres candidatos que aspiran a la secretaría general del PSOE no ha brillado, ni mucho menos, por sus aportes a un probable plan para el rearme ideológico de la socialdemocracia. Ni en España, porque el esperado debate entre distintos modelos de partido solamente ha quedado apuntado, ni en Europa, porque el debate no ha deslizado ninguna reflexión sobre el momento que la socialdemocracia vive en el continente. No se han señalado aquellos modelos en horas más bajas, como el Partido Laborista de Jeremy Corbyn o el caso del Partido Socialista Francés de Benoit Hamon, ni tampoco los ejemplos de matriz socialista no fueron tratados con más empuje en la actualidad como son los casos de Emmanuel Macron o Matteo Renzi. Sí es cierto que Pedro Sánchez ha hecho un par de rápidas referencias al gobierno socialista de Antonio Costa en Portugal como probable ejemplo de alianza de izquierdas. No obstante, ha omitido que la correlación entre las fuerzas de la izquierda en Portugal dista mucho de ser la presente en España, puestos a estimar este modelo. El Partido Socialista liderado por Costa tiene 86 diputados, mientras que el Partido Comunista de Portugal y el Bloque de Izquierda que los sostienen 17 y 12, respectivamente. Esto informa que Antonio Costa se permita el lujo, inclusive, de recurrir al voto de confianza de la derecha en función de su necesidad. Nada que observar con el panorama de España, donde Podemos no aspira a sostener al PSOE, sino a superarlo.