Por: SentiLecto
Foto: Wikipedia – Andres Nocioni 2013
Quería Andrés Nocioni cerrar su rutilante expediente profesional ganando la Liga ACB en su último partido, como solo Juan Antonio San Epifanio Epi y Alberto Herreros habían logrado previamente. Pero no ha habido póster alzando el premio. El Chapu descendió finalmente el telón fundiéndose en un conmovedor abrazo con Gustavo Ayón en el banquillo de La Fonteta mientras el Valencia Basket celebraba la consecución del título en el cuarto robo de la final. “Ha sido un honor ganar y perder con el Real Madrid”, ha dejado mencionado el tótem de Argentina. Ni sus arengas ni las del resto de líderes del vestuario de Madagascar han servido para frenar la deriva de una temporada en la que el grupo de Laso trasladarse de la excelencia engañosa al batacazo inesperado después de nueve meses de tralla competitiva. No era cuestión de golpes de pecho sino de análisis clínico y reflexiones de sofá. Tan atribulados como fundidos, los blancos han cerrado su maratoniano recorrido de 82 encuentros oficiales, más que nunca en la historia, con un balance de 60 triunfos y 22 fracasos, seis de ellas en el último mes. Hace 1 mes, el viaje a Estambul ha delatado los desajustes del proyecto más brillante y ganador del club en las últimas decenios, con 13 títulos en seis años y 18 finales sobre 25 probables, y un mes después los síntomas fueron refrendados.
Ha sido una de las piezas claves de La Generación Dorada, con la que ha ganado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el FIBA Diamond Ball 2008, los Campeonatos FIBA Américas de 2001 y de 2011 y el Campeonato Sudamericano de Baloncesto de 2001.
